¿Quién es el Mahdi (el Salvador del Fin de los Tiempos)?
Introducción
Alabado y glorificado sea el Dios Único, sin igual, quien con Su infinita bondad y misericordia creó el
universo e invitó a la humanidad a la amistad, a ayudarse mutuamente y a evitar la discriminación y la
arrogancia basadas en la riqueza, el estatus, la raza o el color de piel. Dios nos ordenó no oprimir jamás a
los demás y adorar únicamente a Él.
Dios es autosuficiente y no necesita nada, por lo que estas órdenes son únicamente para el beneficio de los
seres humanos. Él eligió profetas de entre los mismos hombres para transmitir estos mandamientos al pueblo.
Para confirmar su veracidad, Dios les otorgó milagros. Los profetas, generación tras generación, trajeron
mensajes divinos que promovían altos valores humanos, transmitidos a los pueblos de su época.
Algunos acompañaron a los profetas y adoraron al Dios Único, defendieron a los oprimidos y ayudaron a los
necesitados. Se sacrificaron mucho en ese camino. Pero, lamentablemente, el egoísmo, la avaricia, el orgullo,
la pereza, la codicia, los celos, la lujuria y la ira desviaron a otros del camino de los profetas,
llevándolos a la injusticia y a acciones indebidas que dañaron tanto a ellos mismos como a los demás.
Algunos mienten y engañan a otros para su propio beneficio. Incluso hay quienes se atrevieron a alterar los
textos sagrados en su propio favor y traicionaron a sus semejantes. Ciertos poderosos y ricos abusan de los
demás y tratan de alejar a la sociedad de las enseñanzas divinas de los profetas, porque si estas enseñanzas
se difundieran, no podrían continuar con su injusticia.
Una característica común entre todos los seres humanos del planeta es la búsqueda de la paz interior, aunque
cada uno la busque en cosas distintas. En realidad, la paz es la necesidad más profunda y fundamental del ser
humano en este mundo lleno de ruido y confusión. Hoy en día, muchas personas en el mundo sufren diversos
problemas psicológicos y emocionales, y sus mentes están perturbadas por múltiples factores. A esto se suma la
creciente desigualdad e injusticia, que han complicado aún más las cosas.
¿Cuál es el plan del Creador compasivo en medio de esta difícil situación? Dios Todopoderoso ha comunicado
este plan a través de Sus profetas. Un plan que, como todos los planes divinos, busca la paz, la felicidad y
la salvación del ser humano, y está en armonía con la naturaleza pura con la que Dios creó a los seres
humanos. ¿Acaso existe alguien más sabio, más conocedor y más compasivo con nosotros que el Altísimo Creador?

¿Quién es el Mahdi?
La justicia: una necesidad innata del ser humano
La paz, ese tesoro perdido al que aludimos en la introducción, solo se alcanza a través de la justicia. La
justicia significa que todo ocupe su lugar adecuado y que cada persona reciba lo que le corresponde. Incluso
tiene un significado más amplio: el desarrollo completo de todas las capacidades del ser humano como un ser
complejo con vasto potencial. Si estas capacidades no se desarrollan, el ser humano se convierte en un ser
meramente instintivo, buscando únicamente placeres materiales. Esta condición, al final, solo le traerá
sufrimiento. Sin embargo, el ser humano puede alcanzar una verdadera paz. Una paz que su misma naturaleza lo
impulsa a buscar; esa misma naturaleza que Dios ha puesto en su interior. Esa voz interior que llama al bien,
especialmente perceptible en los niños, proviene precisamente de esta naturaleza innata.
Mira a tu alrededor: ¿cuánta justicia se observa en tu entorno? ¿Qué tan presente están la justicia y la ética
en el mundo actual? ¿Hasta qué punto se respetan los derechos humanos? ¿Cuántos seres humanos están privados
de sus derechos más básicos en todos los rincones del planeta? ¿Qué tan eficaces han sido las acciones,
ideologías, sistemas y movimientos humanos en la corrección de esta situación?
Un acontecimiento global
Pero aún hay un evento global que no ha sucedido. Un evento que ha sido prometido por todas las religiones divinas y mencionado en todos los libros sagrados. Ese gran evento es la aparición del Salvador. Él es quien, en el momento en que el mundo esté sumido en la opresión, la injusticia y la oscuridad, se manifestará y salvará a toda la humanidad. Él establecerá la justicia y la paz en todo el mundo. El Salvador es un ser humano completo, puro e infalible, lleno de compasión y amor por la humanidad. Él es el elegido por Dios y Su plan para rescatar a la humanidad en los tiempos finales. Para conocerlo, primero debemos conocer a los profetas divinos.
Los profetas divinos: el camino hacia el conocimiento del Salvador
Como se mencionó en la introducción, los profetas divinos eran seres humanos puros y veraces, elegidos por
Dios de entre diferentes pueblos para hablar con la humanidad y enseñarles sabiduría, conocimiento y moral.
Para demostrar su autenticidad, Dios les concedió milagros. Entre estos profetas está Moisés (la paz sea con
él), quien fue enviado por Dios con muchos milagros al Faraón y al pueblo judío, y con uno de estos milagros
logró liberar a los hijos de Israel de la opresión faraónica.
Siglos más tarde, Jesús (la paz sea con él) fue elegido como profeta. Su nacimiento milagroso fue un
acontecimiento tan grandioso que se convirtió en el punto de partida del calendario occidental. Él también
guió a las personas hacia elevados valores humanos. Con el permiso de Dios, realizó actos sobrenaturales para
demostrar su condición de profeta y la veracidad de su mensaje.
Después de él, apareció el profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), a quien los
seguidores de otras religiones estaban esperando, ya que habían encontrado sus signos en sus propios libros
sagrados.
El profeta Muhammad (la paz sea con él) fue una misericordia de Dios para toda la humanidad. Fue elegido como
profeta para ennoblecer a la humanidad con una excelente moral. Dios reveló el Corán a su corazón, el cual es
el último y más completo libro sagrado, y encierra numerosos milagros. Este libro confirma a todos los libros
y profetas anteriores, y a diferencia de los medios de comunicación que intentan imponer ideas, el Corán
invita a las personas a reflexionar. Muchas personas se han convertido al Islam tras leer y reflexionar sobre
las palabras de Dios en este libro divino.
Todos los profetas divinos tenían un sucesor elegido por orden de Dios. Estos sucesores tenían la tarea de
continuar el camino del profeta en su ausencia o tras su fallecimiento, guiando al pueblo hacia los ideales
divinos y explicando el libro sagrado revelado a su profeta. Ni los profetas ni sus sucesores pidieron jamás
nada a cambio. Soportaron muchas dificultades en la misión de transmitir el mensaje divino, y muchos
sacrificaron incluso sus vidas, ya que sus enseñanzas se oponían a la tiranía y al poder de los opresores de
su época. En esta difícil lucha por salvar a la humanidad, su única esperanza era la recompensa de Dios.
El Mahdi Prometido
El profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es el último profeta divino, ya que él
mismo anunció: "No vendrá profeta después de mí". Él y sus sucesores presentaron al Imam Mahdi como el
Salvador del Fin de los Tiempos. Actualmente se encuentra oculto (en estado de ocultación), y llegará el día
en que con su aparición llenará el mundo, que estará colmado de injusticia y tiranía, con justicia y equidad.
Muchos libros han sido escritos sobre el Imam Mahdi incluso antes de su nacimiento, en los que se mencionan su
nombre, sobrenombre, linaje, características físicas y morales, la ocultación y la aparición, su levantamiento
y las condiciones del mundo después de su manifestación. Estos relatos han sido transmitidos por el Profeta
(p) y sus sucesores.
El Imam Mahdi (que Dios acelere su venida) nació el 15 de Sha‘bán del año 255 de la hégira (869 d.C.) en la
ciudad de Samarra. Su padre fue el Imam Hasan al-Askari (la paz sea con él), considerado por los musulmanes
chiitas como el undécimo sucesor del Profeta Muhammad (p). Su madre se llamaba Narjis, descendiente de Simón,
el discípulo de Jesús (la paz sea con él). Los tiranos que encarcelaron al Imam Hasan al-Askari y finalmente
lo envenenaron, sabían que su hijo sería quien purificaría la tierra de la injusticia. Por ello, el califa
abasí al-Mu‘tamid, tras el martirio del Imam, ordenó registrar completamente su casa, que ya estaba bajo
vigilancia estricta, y mantener bajo observación a sus esposas para asegurarse de que ninguna estuviera
embarazada. Pero Dios protegió al Imam Mahdi (a.s.), que entonces tenía cinco años, del alcance de los
opresores.

La Ocultación del Imam Mahdi
Como se mencionó anteriormente, los gobernantes opresores de la época del Imam Mahdi (a.s.) sabían que él
sería quien acabaría con toda tiranía en el mundo. Por eso, intentaron localizarlo y matarlo. Por voluntad
divina, el Imam Mahdi, que había sido visto por sus familiares y los allegados de su padre, desapareció
milagrosamente de la vista de todos y entró en estado de ghaybah (ocultación). Esta ocultación ya había sido
anunciada por su padre y sus antecesores, quienes son considerados, según la creencia chiita, sucesores del
Profeta (p).
La ocultación del Imam Mahdi (a.s.) ha continuado hasta hoy, y Dios, con Su poder infinito, lo ha preservado
para cumplir Su promesa definitiva, mencionada tanto en el Corán como en otros libros sagrados. El Mahdi
(a.s.) es el Salvador de la humanidad en los tiempos difíciles del Fin de los Tiempos, y aunque ahora está
oculto, su beneficio para la humanidad es como el del sol detrás de las nubes.
El Mahdi según las palabras del Profeta y sus sucesores
En los dichos del Profeta Muhammad (p) y sus sucesores se afirma que el Imam Mahdi (a.s.) tiene gran parecido
físico y moral con el mismo Profeta del Islam, cuya intensa compasión por las personas fue una de las
principales razones por las que la gente se reunía a su alrededor.
También se ha mencionado que la ocultación del Mahdi será muy prolongada y que, durante ese tiempo, la
situación del mundo se deteriorará cada día más. La humanidad enfrentará numerosas calamidades y desastres. Su
nombre y recuerdo serán olvidados por muchos, hasta que, en el momento que solo Dios conoce, él aparecerá.
Su manifestación será tan hermosa y bendita que el mundo entero se llenará de alegría, paz y justicia. La
humanidad alcanzará su máximo esplendor, la enemistad desaparecerá, y en su lugar reinarán la amistad, la paz
y la armonía.
En ese tiempo, no quedará ruina sobre la tierra que no sea reconstruida. Los caminos serán seguros, nadie
dañará a otro ni robará. La lluvia de la misericordia divina caerá sobre las personas, y la tierra se volverá
verde y hermosa. La seguridad será tal que, según las narraciones, una mujer podrá viajar sola, desde Irak
hasta Siria, con todas sus joyas, sin temor a agresión, robo o incluso ataques de animales salvajes.
La pobreza desaparecerá por completo. Tanto es así que las personas justas recorrerán el mundo en busca de
alguien necesitado a quien ofrecer ayuda económica, pero no encontrarán a nadie. Tras su aparición, la verdad
del Islam y del Profeta Muhammad (p) se hará evidente para todos. Las personas abrazarán el Islam con fe y
amor, y la multiplicidad de religiones llegará a su fin.
Conclusión
Al final de este artículo, queremos invitarte —tal como lo hace el Corán, el libro sagrado del último Profeta
divino, Muhammad (la paz sea con él)— a reflexionar. A reflexionar sobre las siguientes preguntas, y sobre
otras que puedan surgir en tu mente, querido lector:
1. ¿Acaso este universo que nos rodea, con toda su grandeza y orden, no necesita de un Creador sabio y
poderoso?
2. ¿Con la existencia de fenómenos no materiales, como ver en la realidad escenas que se han soñado
previamente, o las experiencias cercanas a la muerte (ECM), se puede considerar que el mundo es únicamente
material?
3. ¿Ha sido creado este mundo y nosotros los seres humanos sin ningún propósito?
4. ¿Ha creado Dios a la humanidad para luego abandonarla a su suerte?
5. ¿Cuál es la causa de los sufrimientos y desgracias del ser humano?
6. ¿Qué medio ha elegido Dios para comunicarse con nosotros?
7. ¿Qué verdades revela la historia de los profetas divinos sobre ellos mismos?
8. ¿Cuál es el plan divino para el final del mundo?
9. ¿Quién es el Salvador prometido del Fin de los Tiempos?
10. ¿Quién es ese Mahdi prometido, anunciado por el último profeta de Dios y sus sucesores?
